Un día en la vida en la carrera de Asistente Médico
27 de abril de 2015
No existe un "día típico" para un asistente médico profesional. Sus tareas pueden variar en función del centro sanitario en el que decida trabajar, de su especialidad e incluso de la descripción del puesto que le dé su empleador. El equilibrio de responsabilidades puede oscilar entre lo clínico y lo administrativo en un día cualquiera. Aun así, pueden ocurrir muchas cosas que alteren tu jornada.
Al comienzo de su turno, Especialmente si trabaja en turno de mañana, es importante preparar las habitaciones de los pacientes para el resto del día. Esto incluye desinfectar los instrumentos y asegurarse de que todas las habitaciones disponen del equipo adecuado. Comunicarse con los médicos es esencial para garantizar que se preparan adecuadamente los procedimientos programados (radiografías, intervenciones quirúrgicas menores, etc.), así como para mantener el orden y la eficiencia.
Los asistentes médicos interactúan con los pacientes cuando llegan. Se espera que les ayuden a registrarse, rellenen los formularios de admisión y seguro si es necesario, tomen las constantes vitales del paciente, como el pulso, la tensión arterial, la temperatura, la altura y el peso, y le pregunten sobre cualquier alergia que tenga, la medicación que esté tomando y su historial médico.
A lo largo del día, sus tareas de asistente médico pueden variar entre tareas clínicas y administrativas, básicamente lo que haya que hacer cuando haya que hacerlo. Puede dedicar tiempo a llamar a los pacientes para transmitirles mensajes, compartir los resultados de los exámenes o simplemente hacer un seguimiento de otras preocupaciones que pueda tener el paciente. Otras tareas incluyen completar los procesos básicos de seguros y facturación y contestar al teléfono. Los asistentes médicos programan las visitas de seguimiento, las citas de derivación y las recetas.
Al final del día o del turno, es crucial asegurarse de que los cabos sueltos del día quedan bien atados. Al terminar con un paciente, asegúrese de que entiende el diagnóstico o el plan de tratamiento. Antes de irse, un asistente médico puede ser responsable de higienizar todas las superficies y equipos para preparar el siguiente turno, así como de garantizar que se han resuelto todos los problemas y se ha comunicado toda la información necesaria.
Asegurarse de que su centro médico funciona de la forma más fluida y eficiente posible es una gran responsabilidad, así que asegúrese de tomarse en serio su papel.
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